De 2017 a la fecha, Petróleos Mexicanos (Pemex) ya perdió el 41% de las estaciones de servicio que formaban parte de su franquicia.
Aun cuando el sector se ha visto afectado por la lentitud con la que se están entregando los permisos por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), los gasolineros siguen cambiando de imagen y en algunos casos también venden un combustible distinto al que distribuye la empresa del estado.
Es importante mencionar que en 2016 la petrolera nacional ya contaba con más de 11 mil 490 estaciones de servicio con la imagen Pemex, mientras que, en 2017, pese a la apertura logró un pico por más de 12 mil estaciones.
Sin embargo, al cierre de septiembre de 2021 registró un total de siete mil 79 gasolinerías.
Esta cifra representa una reducción de 41%, es decir, en cuatro años perdió su imagen en al menos cuatro mil 928 estaciones de servicio.
Es importante mencionar que con la apertura del mercado además de la conversión de las gasolinerías ya existentes, a marcas distintas a Pemex, también se construyeron nuevas que operan con otra imagen.
Es así que de las 12 mil 850 estaciones que operan en el país, por lo menos 5 mil 771 representan a las 220 marcas distintas a Pemex, entre estas destacan Oxxogas, con 561, el mayor número de permisos, seguido de la británica BP, con más de 532 gasolinerías; G500, con 502; Exxon Mobil, con 500; Repsol, 268; Petro Seven, 259; Shell, 235; Total opera 232; Chevron, 207; entre otras en el mercado.
Es importante mencionar que como parte de los cambios que trajo consigo la Reforma Energética, en 2016, la administración anterior abrió el mercado a empresas con marca distinta a la de Pemex, muchas de las cuales también están importando y vendiendo su propio combustible.
Es así que el cambio de imagen y nuevos importadores ha generado una reducción en los ingresos de la petrolera nacional por la venta de combustibles, lo cual en los últimos meses ha sido compensado por la recuperación de los precios del crudo y con ello los costos de referencia internacional.
Con el fin de revertir esta tendencia, el gobierno federal está buscando un mayor apoyo a Pemex, por lo que ha instruido a los órganos reguladores como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) darle un trato preferencial.
Derivado de esto, en 2020 fueron emitidos 119 permisos al sector gasolinero, mientras que al cierre de septiembre sólo se han dado 80 autorizaciones, pues estos procesos se han vuelto lentos, lo cual ya está afectando las inversiones para el desarrollo de nuevos proyectos, no solo de estaciones, sino también de almacenamiento y transporte de combustibles de alto valor agregado.