A Estados Unidos le preocupa el impacto que la Ley de Seguridad Nacional aprobada en México pueda tener en los esfuerzos antiterroristas estadounidenses.
Así lo revela el Informe Sobre Terrorismo 2020 que publicó este jueves el Departamento de Estado y que en el caso de México señala que la reforma que aprobó en diciembre de 2020 el Congreso mexicano, y promulgada en enero de este año, pueda “ralentizar potencialmente los intercambios de información en materia de aplicación de la ley, incluidos los esfuerzos antiterroristas”.
La ley detalla cómo deberán trabajar los agentes extranjeros con sus contrapartes mexicanos. La versión original, que obligaba a los agentes a compartir con los funcionarios mexicanos toda la información obtenida en suelo mexicano, pero la versión promulgada sólo habla de compartir datos básicos, no información confidencial. La ley obliga a los servidores públicos mexicanos contactados por los agentes estadounidenses a reportar al gobierno cualquier contenido que se haya intercambiado.
Tras la aprobación de la reforma a la ley de seguridad, realizada en parte como respuesta a la detención en Estados Unidos del exsecretario de Defensa Salvador Cienfuegos por cargos relacionados con tráfico de drogas, y quien posteriormente fue liberado y devuelto a México, la administración de Joe Biden reportó una serie de problemas, entre los que destacó el retraso en la entrega de visas para agentes de la DEA que trabajan en suelo mexicano.
En noviembre, el gobierno estadounidense aseguró que el bloqueo ya había sido levantado.
En el reporte, el Departamento estadounidense de Estado advierte que el gobierno de México “carece de leyes adecuadas que prohíban el apoyo material a los terroristas y depende de los regímenes antiterroristas de otros países para frustrar posibles amenazas”.
Señala que la “impunidad sigue siendo un problema, con tasas extremadamente bajas de enjuiciamiento para todos los delitos”.
Más allá de eso, el reporte indica que “la cooperación antiterrorista entre México y Estados Unidos siguió siendo sólida en 2020”. Asimismo, acotó, “no hubo evidencia creíble que indicara que grupos terroristas internacionales establecieran bases en México, trabajaran directamente con los cárteles de la droga mexicanos o enviaran operativos a través de México a Estados Unidos en 2020”. Tampoco se reportaron “incidentes terroristas en México en 2020”.
Estados Unidos, afirmó el reporte, “se mantiene vigilante ante posibles ataques a intereses o personas estadounidenses en México por parte de quienes se inspiran en grupos terroristas internacionales”, y advirtió que “la frontera sur de Estados Unidos sigue siendo vulnerable al tránsito terrorista”.